Los cerrajeros profesionales han formado parte de nuestras vidas desde hace muchos siglos, particularmente el negocio de la cerrajería surgió por la necesidad de querer proteger tesoros y habitaciones que los contuvieran. Aunque en la antigüedad este oficio se agrupaba dentro de las piezas que un herrero podía fabricar, se le delegaban a este las tareas de fabricarlos; y en ocasiones este tipo de solicitudes solían terminar con la vida del artista. Precisamente es la razón de ser como la pionera de las formas de ingeniería de seguridad.

Aunque existen miles de modelos y marcas de cerraduras alrededor del mundo, existen algunos criterios que te permitirán saber si estás eligiendo la más apropiada para la finalidad que le quieras dar. Sin embargo, de lo que hablaremos en esta ocasión será sobre con cuanta frecuencia debería cambiarse una cerradura.                                                                                 

Razones por las que deberían reemplazarse

Si bien pudieran parecer obvios los motivos por los cuales pudiera ser necesario la sustitución de una cerradura en algún espacio determinado, no lo son. No obstante, podríamos agruparlos en algunas categorías un poco más amplias y te las describimos a continuación.

  • Daños por tiempo: Se refieren a los daños provocados por el paso del tiempo; oxidación, desuso, entre otros.
  • Daños externos: Son provocados desde el exterior de la cerradura. Puede ser por intervención de alguien inescrupuloso, o por nuestra propia mano por no llamar a un profesional para destrabar la puerta.
  • Daños internos: Son provocados por los propietarios del espacio que se pretende proteger, usualmente por mal manejo de los dispositivos de seguridad.

Aunque pudieran existir muchas otras razones particulares para sustituir una cerradura, estas categorías anteriormente expuestas podrían tratar de explicar de una forma más genérica las causas que podrían originar el cambio de la cerradura.

Sabiendo los motivos, ¿cuándo es el momento propicio?

A pesar de que pudiera parecer obvia la respuesta, no lo es. Si bien una cerradura debería ser reemplazada al momento de percibir el menor indicador de desgaste o mal funcionamiento, existen ocasiones en las que no amerita una sustitución inmediata ya que la falla que presenta podría solucionarse por medio de algún tipo de mantenimiento preventivo que pudiera realizarse de forma periódica.

Si bien es importante saber cuándo debe reemplazarse una cerradura defectuosa, es aún más importante detectar cuando esta comienza a deteriorarse para poder tomar las medidas preventivas y correctivas necesarias para prolongar su vida útil y en consecuencia poder contribuir a reducir los costos que implica la sustitución.